viernes, 22 de enero de 2010

El Arte de la Sabia Respiración





Respirar es uno de los actos más importantes, y que realizamos menos conscientemente. Tomar conciencia de nuestra respiración nos hace centrarnos en el aquí y ahora, prestar atención al hecho de que estamos vivos, detener el fárrago de pensamientos y preocupaciones que generalmente nos ancla a un pasado estéril o nos lanza a un futuro tan angustiante como inexistente.Es interesante ver que una de las primeras acepciones de la ruah, del aliento de Dios, es la de la atmósfera. Y desde entonces el aire, el viento, son imágenes para describir a Dios y su acción.

El Médico Gnóstico Servet en su obra "Christianismi Restitutio"estudió profundamente la comunicación divina a través de la respiración, remontando esta tradición al "Nephesh Chayim" del genesis segun el cual le fué insuflado al ser humano el "Hálito de Vida". De mas está decir que esta comunicación sigue dándose hoy en día. La correcta respiración del aire revitaliza la sangre.

Servet nos recuerda:

“El espiritu vital se genera en los pulmones de una mezcla de aire inspirado y de sangre sutil elaborada que el ventriculo derecho del cozarón transmite al izquierdo." ("Christianismi Restitutio", pp. 169-170). En este afan el médico gnóstico Servet llegó a descubrir para Occidente la circulación pulmonar o menor. Lamentablemente el fanatismo hizo que fuera procesado y quemado por las inquisiciones protestantes y católicas que ayer, como hoy, aman tan poco la ciencia del espíritu, salvo honorables excepciones. En Oriente también la respiración tiene una función importante:En el yoga siempre se respira por la nariz. La respiración en yoga es parte de la limpieza que los ejercicios brindan.

Por eso, considerando que nuestro cuerpo es morada del Espíritu Santo, y que debemos aprender a amar a nuestro cuerpo con mayor razón que si amamos a nuestro prójimo, resulta importante que aprendamos a respirar a alimentarnos y a procesar sabiamente nuestras emociones.

La respiración tiene que se ser conciente, es decir de forma natural debemos seguir su ritmo, sentir, escuchar y visualizar como el aire se mueve en nuestro cuerpo.Esto es muy importante sobretodo para adentrarnos en el maravilloso proceso de la meditación. Mas es bastante útil realizarlo en toda ocasión que la atmósfera lo amerite. El mejor momento para respirar y "recargar" nuestra sangre es en las horas de la madrugada.

No debemos olvidar que "Amanecer es Amar el Ser" y que a "Quien madruga, Dios le ayuda".La respiración debe ser armoniosa y rítmica el mismo tiempo que toma inhalar debe tomar exhalar.

Entrando propiamente al terreno de la descripción fisiológica decimos que hay tres formas de respirar: abdominal, torácica y clavicular.
La respiración completa es la combinación de las tres en una única.

RESPIRACIÓN ABDOMINAL.

Es la más común. Hay que concentrarse en el abdomen. Cuando se inspira se llena de aire la parte baja de los pulmones, desplazando el diafragma hacia abajo y provocando que el vientre salga hacia fuera. Se nota porque el abdomen se hincha.

El suave descenso del diafragma ocasiona un masaje suave, constante y eficaz de toda la masa abdominal. Poco a poco la parte baja de los pulmones se llena de aire. La inspiración debe ser lenta, cómoda y silenciosa. Si no nos escuchamos respirar, la respiración tendrá la lentitud deseada. Si nos escuchamos significará que estamos inspirando demasiado deprisa. Durante la respiración abdominal el diafragma sube. Se nota porque la zona del estomago desciende.

Al espirar, los pulmones se vacían y ocupan un lugar muy restringido. Es importante vaciar al máximo los pulmones y expulsar suavemente la mayor cantidad posible de aire. Después de haber vaciado a fondo los pulmones, la respiración exige ponerse en marcha otra vez. El vientre se relaja y comienza el proceso de nuevo. Durante el mismo es esencial inspirar y espirar por la nariz y mantener la musculatura abdominal relajada. Lo ideal es ejercitar la respiración diafragmática tumbado de espaldas, porque esta posición favorece la relajación de la musculatura abdominal.

Tanto al inspirar como al espirar se debe vivir conscientemente la entrada y salida del aire y los movimientos que se suceden en el diafragma. Se puede colocar una mano sobre el vientre, aproximadamente en el ombligo y poder así seguir el movimiento abdominal. Si se hace el movimiento contrario es que la respiración abdominal es muy débil o inexistente.

RESPIRACIÓN TORÁCICA

El segundo tipo es la respiración costal o torácica.

Nuestra atención debe centrarse en la región del tórax y muy específicamente en las costillas. En la inspiración se llena la región media dilatando el tórax. Los pulmones se hinchan y el pecho se levanta.

Se observará al practicarla que existe una mayor resistencia a la entrada del aire, en claro contraste con lo que ocurría durante la respiración abdominal, que posibilita la penetración de un mayor volumen de aire con un esfuerzo menor. A pesar de ello, entrará una cantidad apreciable de aire durante la respiración torácica. Al espirar, las costillas se juntan y el pecho se hunde.

Para comprobar el movimiento correcto, mantener el abdomen ligeramente contraido en la posición anterior, con la palma de la mano situada ahora sobre las costillas; de esta forma, mientras se respira, se puede sentir como se separan éstas al inspirar y como se juntan al espirar.

RESPIRACIÓN CLAVICULAR

Finalmente, la respiración clavicular se efectúa llenando la parte superior de los pulmones. Nuestra atención debe centrarse ahora en la parte más alta de los pulmones y muy específicamente en las clavículas. En esta respiración intentaremos levantar las clavículas al mismo tiempo que se inspira y se introduce el aire lentamente, pero sin levantar los hombros por ello. Sólo la parte superior de los pulmones recibe un aporte de aire fresco.

Esta respiración es muy superficial y se nota colocando la palma de la mano en la parte superior del pecho, justo debajo de la garganta, para poder sentir el ligero movimiento clavicular al respirar. De esta forma tomaremos conciencia de que penetra poco aire, a pesar de que el esfuerzo es mucho mayor que durante la respiración torácica.

Esta manera de respirar, la menos eficiente de las tres descritas, no es entendible de forma aislada. Integrada en la respiración completa, adquiere todo valor y utilidad cuando va precedida de las otras dos fases de esta respiración. Su práctica exclusiva es síntoma de personas con ansiedad y tensiones nerviosas. Son inspiraciones y espiraciones cortas que no permiten acceder a los pulmones gran cantidad de aire. Algunas mujeres debido al embarazo mantienen un predominio de este tipo de respiración.

RESPIRACIÓN COMPLETA

La respiración completa es la unificación de las respiraciones abdominal, costal y clavicular, integrando las tres. Cada uno de estos tres tipos insiste en el llenado de aire en una zona distinta de los pulmones por lo que la respiración completa, combinando los tres tipos, consigue llenar completamente los pulmones de aire; y, recíprocamente, vaciarlos de forma total. Esta respiración es la más útil para adentrarse en los maravillosos procesos de la meditación, de las salidas en astral, de la muerte del ego, del recuerdo de vidas pasadas; etc.

En la práctica, cuando se aprende a combinar las tres respiraciones, se practica primero en posición tumbado boca arriba, colocando una mano encima del vientre y otra en el costado, debajo de la axila. Cuando se domina, se pasa a la práctica en posición sentado, sin ayuda de las manos. Con el tiempo, esta técnica se vuelve natural y se utiliza para casi cualquier tipo de respiración en la práctica del prânâyâma.

En primer lugar hay que vaciar bien los pulmones con una profunda espiración.

1.- Inspirar lenta y profundamente con el vientre, dejando entrar el aire en la zona baja de los pulmones a medida que desciende el diafragma y el abdomen se expande. Hay que notar como se eleva la mano derecha apoyada sobre el abdomen. El vientre no debe hincharse como un balón... debe ser una inspiración relajada pero con control de la cintura abdominal .Cuando la parte baja de los pulmones esté llena de aire,
2.- Dilatar las costillas, sin forzarlas, permitiendo entrar aún más aire en los pulmones. Hay que notar, con la mano izquierda apoyada en las costillas, como se separan éstas. Cuando las costillas estén separadas al máximo,
3.- Levantar las clavículas, sin elevar los hombros, para hacer entrar aún un poco de aire y terminar así de llenar los pulmones. Durante toda la inspiración el aire debe entrar progresivamente, sin sacudidas, de manera continuada.

La espiración se efectúa en sentido inverso, siempre lentamente, sin brusquedad ni esfuerzo, vaciando
1) primero la parte superior de los pulmones,
2) luego el pecho que se desinfla y, por fin,
3) el vientre que desciende hasta que sale el último resto de aire.

Algunas escuelas recomiendan efectuar la espiración en sentido inverso, pero lo más importante es efectuar los tres pasos encadenados.

No debe hacerse ningún ruido al respirar. Es esencial respirar silenciosamente. Tanto la espiración como la inspiración serán silenciosas, lentas, continuas y cómodas, sin forzar jamás.
Toda la atención consciente ha de estar en el acto respiratorio, de manera que los tres movimientos de la respiración completa resulten claramente discernibles, pero armoniosamente encadenados. Esta respiración no debe provocar ni molestias ni fatiga. Se puede ejercitar tanto como uno quiera, en cualquier momento.


Una buena ayuda consiste en imaginar el tránsito del aire por el conducto que se ubica desde las fosas nasales y detras de la boca, dibujando imaginariamente su trayectoria. Asi evitamos que la respiración se haga ruidosa y entrecortada, sobretodo en las primeras prácticas.Utilizar el área faríngea para inhalar y exhalar, esto es para poder absorber y expulsar una mayor cantidad de aire. Se debe jalar el aire desde cerca de la garganta, para comprobar que lo estamos haciendo bien, debemos sentir algo fresco en la garganta al inhalar de esta forma. Esto se realiza con la boca cerrada y utilizando las fosas nasales como ya hemos explicado.

Es bastante útil acomodar la punta de la lengua en la parte de adentro de los dientes superiores. Esto cuando hagamos ejercicios de respiración consciente sirve para eliminar tensiones innecesarias en el rostro, se afloja la mandíbula y se induce un estado de tranquilidad y relajamiento

BENEFICIOS DE LA RESPIRACION COMPLETA

— Un aumento en la cantidad de sangre, debido a su mayor oxigenación en los pulmones. Esto favorece la eliminación de toxinas del sistema.
— Una mejor capacidad del cuerpo para dirigir y asimilar los alimentos. Los órganos digestivos, como el estomago, reciben mayor cantidad de oxígeno y, por lo tanto, su funcionamiento es más eficaz. El hecho que los propios alimentos son también más oxigenados ayuda más todavía a una mejor digestión de los mismos.
— Una mejora en el estado del sistema nervioso, incluyendo el cerebro, la columna, los centros nerviosos y los nervios. Una vez más, esta mejora se debe a la mayor oxigenación —y por lo tanto alimentación— del sistema nervioso que sirve para fomentar la salud de todo el cuerpo porque comunica con todas las partes del mismo.
— Un rejuvenecimiento de las glándulas, sobre todo las pituitarias y pineales. El cerebro se beneficia especialmente del oxigeno, y requiere tres veces más que el resto del cuerpo. Esto tiene un impacto fundamental sobre nuestro bienestar.
— Un rejuvenecimiento de la piel. La piel se vuelve más suave, y se reduce la aparición de arrugas faciales.
— A través de los movimientos del diafragma durante los ejercicios de respiración profunda, los órganos abdominales —el estomago, el intestino, el hígado y el pancreas— reciben un masaje. Además, el movimiento de la parte superior del diafragma le proporciona otro masaje al corazón. Estos masajes estimula la circulación sanguínea en estos órganos.
— Los pulmones logran ser sanos y fuertes, lo que supone un buen seguro contra futuros problemas respiratorios.
— La respiración completa lenta y profunda reduce la carga de trabajo del corazón. Esto produce un corazón más eficiente y más fuerte, que funciona mejor y dura más tiempo. También se traduce en una tensión sanguínea reducida, y una probabilidad menor de sufrir una enfermedad cardíaca. Los ejercicios de respiración logran reducir el trabajo del corazón en dos maneras. Primero, una respiración profunda crea unos pulmones más eficientes, y más oxigeno entra en contacto con la sangre enviada por el corazón hacia los pulmones. Esto quiere decir que el corazón no tiene que esforzarse tanto para enviar oxígeno a los tejidos. Segundo, la respiración profunda causa una diferencia mayor en la presión pulmonar y esto, a su vez, produce un aumento en la circulación sanguínea lo que permite al corazón descansar un poco.
— La respiración profunda y lenta ayuda a controlar el peso. Si se tiene exceso de peso, el suministro extra de oxígeno ayuda a quemar las grasas. Si por el contrario, se tiene insuficiente peso, el oxigeno alimenta a los tejidos y glándulas.
— Relajación mental y corporal. La respiración lenta, profunda y rítmica provoca un estímulo reflejo del sistema nervioso parasimpático. Esto produce una reducción en los latidos del corazón y una relajación de los músculos. Como el estado de la mente y el cuerpo están muy relacionados entre sí, estos dos factores producen a su vez un reflejo de relajación de la mente. Además, una mayor oxigenación del cerebro tiende a normalizar la función cerebral, reduciendo niveles excesivos de ansiedad.
— Los ejercicios de respiración completa producen un aumento en la elasticidad de los pulmones y el tórax. Esto crea un aumento en la capacidad de respiración durante todo el día, no solo durante el ejercicio. Por lo tanto, todos los citados beneficios permanecen durante todo el día.

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