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Llamamos acuaeróbicos a los ejercicios aeróbicos practicados dentro del agua, generalmente en una alberca. Esta rutina fortalece los músculos, el sistema cardiovascular y tiene la peculiaridad de reducir impactos en columna vertebral, articulaciones, espalda, rodillas y extremidades, lo cual la convierte en una muy buena opción para quienes padecen dolores reumáticos, fibromialgia o debilidad en las extremidades. También es aconsejable para mujeres embarazadas o que acaban de dar a luz, para quienes desean mejorar la apariencia de la celulitis o la flacidez en ciertas áreas, y para niños mayores de 10 años y adultos mayores. A su vez, se ha observado que los individuos con obesidad encuentran en los acuaeróbicos una opción que les permite agilidad y facilidad para ejercitarse. Este ejercicio también impide un elevado aumento de la temperatura corporal, por lo que puede realizarse una rutina prolongada sin que se registre un notable cansancio o pérdida de líquidos a través de la transpiración. Se puede practicar durante todo el año pues los centros de calidad tienen nivel de temperatura de agua controlable.
Para iniciar la práctica de acuaeróbicos no hace falta saber nadar pues aunque las clases avanzadas se efectúan en el área profunda de la alberca, los ejercicios para principiantes son en la parte baja.
Un ejercicio de bajo impacto
La mayoría de los ejercicios realizados en el agua generan un tipo de movimiento conocido como contracciones musculares concéntricas en el que se fortalece el músculo con mínimo dolor por esfuerzo. También hay que señalar que la presión que genera el agua en el cuerpo favorece la activación de la circulación de la sangre en todo el organismo, tal como ocurriría con un suave masaje. Aunque las rutinas se parecen a los ejercicios aeróbicos que se realizan en un gimnasio, también es posible llevar a cabo otras prácticas, como correr dentro de la alberca, patalear y hacer sentadillas. Los practicantes más avanzados de acuaeróbicos efectúan ejercicios con ayuda de flotadores en áreas más profundas de la alberca con el fin de ejercitar las piernas haciendo tijerillas, movimientos similares a los que se realizan en una bicicleta o usan pesas o mancuernas para crear resistencia y tonificar, sobre todo la parte superior del cuerpo. Los acuaeróbicos favorecen la eliminación de grasa y el buen funcionamiento del sistema inmunológico, mejoran la calidad del sueño y ofrecen beneficios psicológicos, ya que el agua estimula la relajación y el trabajo en grupo fomenta la integración entre los practicantes.
La rutina
Una sesión de acuaeróbicos inicia con la adaptación de la temperatura del cuerpo a la del agua. Esta parte del entrenamiento dura 10 minutos y se efectúan ejercicios de respiración y estiramiento de tendones y músculos. En la segunda parte se trabaja el acondicionamiento aeróbico durante 20 ó 30 minutos y se inicia la actividad para el sistema circulatorio y pulmones, que incluye el movimiento y estiramiento de todos los grupos musculares. Más adelante, en un lapso que va de 10 a 15 minutos, se realizan actividades específicas con el apoyo de mancuernas, pelotas, banda elástica, polainas para brazos y piernas, guantes especiales con peso adicional dentro de ellos, etc. Para poder concluir la clase, durante 5 ó 7 minutos se hacen ejercicios de relajación y estiramiento, los cuales son muy importantes para que todos los músculos vuelvan a enfriarse.
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